miércoles, 7 de noviembre de 2007

En la mañana agradecimiento y esperanza...

Buenos días Señor mío y Dios mío…

Te saludo en esta mañana de miércoles, Señor mío y Dios mío, agradeciendo por la oportunidad de vida que nos estas brindando y ofreciendo a todos y cada uno de los seres de este mundo. Gracias por mantener el tiempo y por permitir que sigamos viviendo.

Te pido perdón por la duda, por la falta de fe, por la variabilidad y por la inconstancia. Señor en ti coloco mi vida, en ti coloco mi desenvolvimiento diario, que no se haga mi voluntad sino tu voluntad.

Gracias por todos los santos, gracias por mantenerlos dispuestos, animados y preparados para ayudarnos y asistirnos. Te amo Dios Padre.

Yo DGRS acepto que era impotente ante mis emociones, reconozco que mi vida se había vuelto ingobernable.
Yo DGRS llego al convencimiento de que solamente un poder superior puede devolverme el sano juicio.
Yo DGRS coloco toda mi voluntad y mi vida entera al cuidado de Dios Padre, tal y como yo lo concibo.

Señor Concédeme
Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar
Valor para cambiar aquellas que si puedo
Y sabiduría para reconocer la diferencia.

Con los buenos días, Señor mío y Dios mío, te escribo para involucrarme contigo, para conectarme hoy día contigo, te amo Señor mío y Dios mío, y en ti coloco mi vida. Más que palabras son actos, gestos y acciones.

Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estas aquí, que me ves, que me oyes, te adoro con profunda reverencia, te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración.
Madre mía inmaculada, San José mi padre y señor, ángel de mi guarda interceded por mí.

Me comprometo contigo, conmigo y con ustedes, a realizar en esta mañana, todas las actividades que sean necesarias para alcanzar la misión que Dios Padre tiene para mí.

"Vengan a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso. Pues mi yugo es suave y mi carga liviana." (Mateo 11:28-30).


Voy a ti Señor mío y Dios mío, para que me alivies… te entrego en esta mañana de hoy, mi duda, miedo, inconstancia, rabia, soledad, frustración y desesperanza, te entrego todas estas emociones a ti Dios Padre, para que me alivies, descargando mi vida; a cambio me comprometo a cargar tu yugo y a aprender de ti. Te amo señor mío Y Dios mío y en ti confío.

No hay comentarios:

Archivo del blog